miércoles, 23 de julio de 2008

Media maratón nocturna ciudad de Ponferrada, o como sufrir sobre el asfalto.

19 de Julio, lo que todo parecía que iva a ser una gran carrera resultó ser 1 hora y 48 minutos de puro sufrimiento, era mi segundo media maratón, los entrenos habían sido buenos, la hora y media parecía un objetivo conseguido, pero faltaba lo más importante, faltaba conseguirlo en una carrera de verdad, todo comenzó bien, me sentía preparado, con fuerzas, creía en mi mismo, y el comienzo era bueno, bien situado en la salida, durante los primeros kilómetros iva adelantando a otros corredores fácilmente, mis piernas iban bien, hasta que viendo los tiempos me dí cuenta de que mi ritmo era un poco demasiado rápido, pero yo me sentía bien, resultado que llego a la primera vuelta del circuito más o menos entre los 50 primeros clasificados, y con un tiempo ideal para conseguir mi objetivo pero... empiezo a sufrir, los últimos kilometros me he colocado en un grupo de cuatro, con muy buen ritmo, pero poco a poco me va costando seguir el ritmo, mi respiración empieza a delatar que no voy bien, para el colmo la temperatura es demasiado alta, unos 30 grados, los avituallamientos no están muy bien colocados y creo que estoy empezando a desidratarme... pierdo el contacto con el grupo y el calvario comienza.
Me cuesta cada vez más respirar, siento que las fuerzas me abandonan, los metros se me hacen eternos y siento que de repente me falta el aire, el temido "punto" me caza y no tengo más remedio que parar, pero no paro, simplemente continuo caminando rápido, confío en que se me pase, pero parece que no, de repente comienzan a adelantarme corredores, poco a poco todo lo que había conquistado se esfuma, la idea de hacer un buen tiempo ya pasa a un segundo plano, la idea de la retirada se me pasa por la mente; ¿para que sufrir? pensaba, pero mientras me adentaban algunos me animaban, sabían de mi sufrimiento, de mi frustración, y decido continuar, debo de terminar la carrera, comienzo a correr de nuevo pero es un querer y no poder, no es mi día, y ahora solo confío en poder alcanzar la meta dignamente.
Los siguientes kilómetros son interminables, las piernas me duelen, las plantas de los pies me queman, y mi corazón parece que no está por la labor, ahora ya respiro más o menos bien pero el resto del cuerpo no quiere seguir, continuamente intento correr pero cada poco tengo que detenerme, para el colmo los avituallamientos fallan y el del km. 15 desaparece misteriosamente, menos mal que una unidad de la cruz roja amablemente me ofrece agua...la agonía continua, me adelanta entonces una chica y me anima: ¡Venga, que ya queda poco!, y pienso, ojalá sea así. Para mi sorpresa oigo unos pasos a mi espalda y de repente se para a mi altura uno de los corredores que iva marcando el ritmo en los primeros kilómetros, la verdad me sorprende, me comenta que tiene problemas con el estómago, yo le contesto que tengo más calambres en las piernas que una torreta de alta tensión. Caminamos unos metros y decidimos terminar los últimos 2 últimos kilómetros lo más dignamente posible, sacamos fuerzas que parecían fulminadas y mantenemos un ritmo decente hasta la linea de meta, entre aplausos, más bien de compasión, cruzamos la linea de meta, terminó el sufrimento, pero solo pienso en la próxima carrera para demostrarme que solo fue un mal día, un muy mal día.
Unos apuntes para la organización, me encantaría repetir el próximo año, gente de asturias, pais vasco, madrileños, gallegos, castellanos y leoneses... desearían al igual que yo que el recorrido para póximas ediciones este mejor marcado, los avituallamientos entén donde se supone que deberían estar, y sobre todo, una carrara que pretende ser importante en el calendario no puede permitirse que los protagonistas de la misma tengan que estar sorteando los vehículos, por favor, eso no es serio ni seguro, por lo demás todo perfecto. Hasta el próximo año.

6 comentarios:

Paco Montoro dijo...

Buena carrera con los problemas que has tenido. Lo de la organización es lamentable, no puede ir el corredor atento a los coches, ¡¡demasiado tiene con mantener el esfuerzo!!
Saludos

Servando dijo...

Gracias por la visita Paco, desde luego, en una carrera así, cualquier esfuerzo de más es mucho, por no hablar de la seguridad. Un cordial saludo.

Tecolinha dijo...

vAYA CALVARIO, MUCHACHO, jobar, lo lamento, máximo que podíamos ahber coincidido... bueno, a pesar de tu calvario yo andaba detrás y no te pillé en ninguún momento, creo.
Pagamos todos el calor, yo creo. En estas carreras es fundamental el avituallamiento, está claro, pillar las botellas de dos en dos y dosificar hasta casi el siguiente o cerca de él. Yo pillé en todos, lo que pasa es que es cierto que no había mucha luz y no se veían todos... bueno, para el próximo año ya sabemos que hay que hidratarse a tope. Encima el asfalto despedía un calor infernal.
Bueno, de todos modos, ENHORABUENA, para lo mal que lo pasaste lo hiciste genial, y el tiempo fue digno del todo.
Un abrazo

Servando dijo...

Gracias Tecolinha, enhorabuena a ti por el jamón jeje... La verdad es que pagué mi inexperiencia tanto en carreras de este kilometraje (mi segunda media maratón), como con la temperatura, y quizás salí demasiado rápido... Bueno una experiencia más jeje, gracias por tu comentario, un cordial saludo.

David Rodriguez Roures dijo...

Hola Servando,gracias por visitar mi blog,de todo se aprende en esta vida,estos días de sufrimiento que todos pasamos alguna vez nos hace ser mas rabiosos e intentar hacerlo mejor en la próxima,tu no te preocupes,pero de todos modos son malas épocas para intentar hacer marca,eso se deja para invierno que hace mas frió.
Felicidades por tu paternidad,a los dos claro que al fin y al cabo el dolor se lo lleva ella jeje,saludos.

Servando dijo...

Gracias a ti David por tu visita a este mi humilde blog, esta es tu casa jeje. Desde luego que si fué finalizar la prueba y ya pensar en la siguiente, de todo se aprende como bien dices, la próxima vez será, un cordial saludo y espero verte en más ocasiones por aqui, chao.

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