Es difícil poner en orden todos los pensamientos y más todavía las sensaciones resultantes de este fin de semana. Contento pero a la vez frustrado trato de analizar y de separar lo positivo de lo negativo obtenido de mi segundo maratón pero me resulta imposible. Si tuviera que resumir en una frase esta carrera sería algo así como: La mejor y la peor carrera que he corrido nunca. Pero vamos por orden.
A las 8 am salgo a la superficie y busco el edificio de correos para poder tranquilizarme con la compañía de mucha gente conocida, pero lejos de conseguirlo, empiezo a temblar como una vara verde. Ahí están decenas de bloggers y entre ellos Saturnino, Sonia, Ángel,Joni, Tecolinha, Pedrín, Abe, Quique y en especial Paco, al que pude apreciar entre la multitud y me dio muchos ánimos.
Me cambio, dejo la mochila y me pongo en la cola de los W.C, y después de unos 20 minutos y muchos nervios llega mi turno, salgo disparado con el tiempo justo para intentar colocarme lo más adelante posible. Se da la salida y sin apenas estirar ni calentar empiezo a correr, paso la alfombrilla unos 30 segundos después y comienza la batalla.
Alcanzo el globo de las 3h30' y saludo a Ángel, prosigo y doy caza al "mio", fijo la mirada al globo de las 3h y pienso para mis adentros en no soltarme de ahí hasta la meta. En un principio me quedo detrás, guardando cierta distancia mientras que voy calentando mis músculos y voy poniéndome en situación. El pelotón es numeroso y hay que andar con cuidado de no tropezar. Vamos bien de ritmo, quizás un pelín rápidos, me siento cómodo, muy cómodo, me lo voy creyendo. Me coloco a la par del grupo y todo va bien, pasan los kilómetros, alcanzamos el 10 en el tiempo previsto (42'), y casi sin quererlo voy cavando mi tumba. Me siento tan bien que me sitúo delante del grupo y mis piernas tiran de mi hacia adelante, trato de frenar para no separarme de mi globo, pero tras varios intentos y casi sin darme cuenta estoy avanzando solo, voy por delante del grupo y por mi mente pasan ideas como que voy a bajar de las 3 horas facilmente, no corro sinó que con los ánimos del público vuelo, apenas siento el roce de mis zapatillas con el asfalto, y en estas alcanzo la media maratón en 1h27'48'' netos, dudas me sobre vuelan, ahora soy consciente de que he ido demasiado rápido, empiezo a pensar en la Casa de Campo y lo larga que se me hizo el año pasado y lo que todo era blanco ahora se torna gris, me centro en seguir corriendo y nada más, de momento voy bien, algo cansado pero mis piernas responden. Pienso en el calor y casi en cada puesto tomo bebida, tanto agua como isotónica, en el 29 aproximadamente utilizo el gel y eso fue el principio del final. Noto una ligera presión debajo de la altura de las costillas, como si no pudiera respirar hondo, caigo en la cuenta, el gel tenía cafeina y creo que es una pequeña taquicardia, me asusto un poco y llegando al avituallamiento de los 30 kilómetros decido parar, sigo caminando mientras me hidrato, de repente veo pasar el grupo con el globo de las 3 horas y con el mi objetivo e ilusiónes. Es estos momentos se me pasan por la cabeza muchas cosas, una de ellas es abandonar pero rápidamente la intento despistar empezando a correr de nuevo, a duras penas subo la cuesta con la que se sale de la Casa de Campo entre loa ánimos de un público que este año me parecen insuficientes para olvidarme del sufrimiento, a los 500 metros nuevamente paro, no puedo correr, una sensación extraña recorre mi cuerpo, no sabría decir bien que es, mis piernas van bien, mi cabeza esta despejada pero algo así como una fuerza invisible me atenaza, prosigo con la marcha, a estas alturas me he propuesto intentar llegar como sea y cuando sea. Nueva cuesta y a la mitad veo a Sonia, me intenta animar y yo la indico que nada va bien. Pero sigo hasta que nuevamente vuelvo a parar, los kilómetros se me hacen eternos, pienso que me va a caer una minutada pero sigo con mi empeño. Nuevo avituallamiento andando, e intento volver a correr a buen ritmo. Es curioso porque los últimos kilómetros los compartí con numerosos corredores que cuando me paraba me adelantaban pero que rápidamente alcanzaba cuando podía correr. A continuación me paso algo que me hizo cambiar el chip, pasé de "avergonzarme" de mi frustración a "disfrutar" de mi agonía. Un par de patinadores me ofrecen Reflex y yo les contesto con una sonrisa que lo que necesito no es Reflex, sino un corazón nuevo, los patinadores se ríen y uno de ellos me dice: "Ya quisiera yo el corazón que tienes..." y acto seguido ambos me animan a continuar, que ya me queda poco. Entonces me doy cuenta de lo que es MAPOMA, esto es parte de este maratón, el sufrimiento máximo, el compañerismo... Ahora si estoy totalmente convencido de que voy a llegar, me da igual corriendo, andando o arrastrándome sin ningún tipo de vergüenza. Sigo igual combinando caminata y carrera hasta casi la recta de llegada en donde doy todo lo que me queda dentro para entrar lo mejor posible. Al final 3h8'37'' muy por encima de las 3 horas pero también muy por debajo de mi anterior mejor marca de 3h21'. Después de cruzar la línea de meta, me cuelgo la medalla orgulloso de mi mismo y a duras penas camino en busca de alimento y bebida, ante mi asombro no dejo de tragar líquidos, y calculo que no menos de 2 litros entre agua, bebida isotónica, zumos y refrescos.
Quiero compartir con vosotros algo que me emocionó. Dos de los corredores que alcanzaba y me adelantaban casi desde el kilómetro 30 iban en pareja, uno tirando del otro, no dejándolo de animar ni un solo segundo y pidiendo los ánimos de la gente para el, y no solo eso, cada vez que me daban alcance me animaba a mi, tiraba de mi para que reiniciara la carrera, y cuando estábamos rodeando El Retiro, unas palabras se me quedaron clavadas a fuego:"Venga, que hemos estado entrenando todo el invierno para este último kilómetro", cuando parecía que no me quedaba nada de energía dentro, pude entrar dándolo todo hasta la linea de meta, que razón tenía, cuantas veces me he imaginado entrando en la última recta victorioso. Gracias amigo, eres grande.
Tiempo habrá de pensar que ocurrió, si fue la estrategia, si fue la climatología, el perfil, un fallo en la preparación... Después de todo y como bien me dijo esta mañana Sonia: Esto es el maratón, esto es MAPOMA.
Saludos amig@s y mil gracias.