Casi una semana después de la carrera me dispongo a relatar en antes, durante y después del gran día. Los sentimientos ya más o menos están reposados y la cabeza y corazón ya en su sitio. Me es muy difícil escribir esta entrada, son muchas cosas que contar y sentimientos muy difíciles de expresar a través de palabras. Pero vamos a ello, lo intentaré al menos.
Os pongo en antecedentes con una serie de datos;
Mi última media maratón disputada fue en Benavides del Órbigo el pasado Mayo consiguiendo mi mejor marca (1h21'36''), desde entonces apenas he corrido con asiduidad y fue poco antes de la llegada de las San Silvestres cuando empecé a "entrenar" un poquito. Desde entonces he disputado 3 o 4 carreras de distancias menores siendo quizás la más destacada la que corrí en los 10000 de La Virgen del Camino, realizando mi mmp de la distancia con unos fenomenales 37'06''.
El kilometraje mensual tanto de Enero como de Febrero fue de unos paupérrimos 150 kms/mes, entrenando en solo dos semanas 5 días, siendo lo normal 2,3 o 4 como mucho, y lo que es peor, en los 15 días previos a la media maratón, solo pude completar 3 entrenamientos y de mala manera debido a causas laborales.
Total, que llegué al día de la competición con más dudas que otra cosa y con el miedo sobre todo de hacer el ridículo.
Ya llegó el gran día, no hay marcha atrás y toca apechugar con lo que hay. Estamos en casa y hay que darlo todo.
Se da la salida y como de costumbre salgo muy frió y con malas sensaciones, noto como molestias me recorren todo el cuerpo; desde los empeines hasta mi cabeza pero se que todo eso se pasará, solo debo concentrarme en correr y punto.
Las molestias pasan pero lo más preocupante es que llevo las pulsaciones disparadas, casi al límite, y aunque eso ya estaba previsto, soy consciente de que me va a tocar sufrir prácticamente toda la carrera.
Los kilómetros se suceden y llegamos a uno de los puntos más bonitos de la carrera sino el que más, empiezo a ascender por la Calle Ancha y el subidón de adrenalina me empuja a darle un achuchón al ritmo pasando por el kilómetro 10 a 3'30''/Km. en unos 38'22'' esperanzadores.
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Foto cortesía de Ángeles) A partir de aquí mi objetivo es intentar mantener el ritmo. Entramos en la parte "fea" de la carrera, con menos animación y más "callejeo" aquí es donde toca demostrar cuanto estoy dispuesto a sacrificar por una marca decente. Voy adelantando a corredores poco a poco y otros me adelantan a mi, trato de no pensar en nada, mi mente se entretiene visualizando la entrada en meta que promete ser algo inolvidable. Un punto crítico es la entrada en La Candamia, no se porqué motivo siempre se me atraganta pero ya se "huele" la parte final y eso me anima. Aprieto los dientes, entramos en la Chantría, alguien grita mi nombre (perdón pero supe quien eras) y en estas ya estamos en el kilómetro 19 con el corazón pidiendo a gritos una tregua, trato de convencerle para que aguante, que no se rinda ahora que queda tan poquito. Intento tomar aire como sea, cada gramo de oxígeno es muy valioso. Km. 20, El Corte Inglés, esquivo el avituallamiento y voy ya sin frenos a por la meta (mi meta), giro a la derecha y entramos en Fernandez Ladreda, ya se ve, ya lo tengo, Javi Vega me da un "empujón" gritándome que puedo hacer un tiempazo. Vuelta a la rotonda y ya está hecho, es hora de deleitarse, de disfrutar... Entrada en el Hispánico y el tiempo me da igual, solo esperaba este momento por un motivo, busco a mi hermano David entre el público para que me entregue mi premio, ahí está, desvío mi trayectoria, me acerco a la grada y cojo a Claudia, intento llevarla en brazos hasta la meta para no perder tiempo pero pienso, ¡a la porra!, vamos a disfrutar de este momento como se merece, juntos de la mano recorremos la recta final entre los aplausos de la gente, es algo indescriptible, algo único, y cruzamos la meta en 1h21'16'', mejor marca personal, mejor carrera y mejor entrada en meta personal... (Foto cortesia de LEONOTICIAS.COM)
Analizando ya friamente la carrera, se que ese día algo tiró de mi, algo me empujó a correr de esa manera sino no se entiende como entrenando tan poco y tan mal, pude hacer ese tiempo. Aún con el paseo de la última recta, hice la segunda parte de la carrera más rapida que la primera... increible.
Ahora toca pensar en otros objetivos, de momento todavia disfruto de ese día. Saludos amig@s, un placer leeros y que me leais de nuevo, ¡un abrazo!